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Y bueno, otra vez me tocó escuchar que existen escuelas patito, escuelas gansito (con pura fresa adentro), escuelas MMC (mientras me caso), bueno, el caso es que siguen existiendo diversos apodos a las instituciones. Ahora pongámonos en una posición de estudiante; ¿realmente me debe importar que digan algo de mi escuela?, ¿debo hacer algo para pararlo?
Veamos esto desde nuestros ojos de alumnos: nos afecta o no esta situación.
Analizaremos el tema desde 2 puntos de vista principales: el presente y el futuro.
PRESENTE
¿Qué es lo que decimos?
-El escuchar que a mi escuela le digan “x” no me afecta, yo soy yo.-
¿Qué es lo que realmente pasa?
Sí nos afecta. Nosotros elegimos estudiar en esa institución, por la razón que queramos, nosotros lo decidimos y escuchar a personas, que no asisten a ella, le ponen sobrenombres nos enchila un poco, la neta.
¿Qué puedo hacer para mejorarlo?
Somos el vocero de nuestra escuela. Lo que hagamos, dejemos de hacer, propongamos o frenemos habla de nuestra persona pero también de los lugares en donde crecemos y desarrollamos; en este caso, la escuela.
Por lo mismo, pensemos antes de actuar. Ojo, esto no quiere decir que nos importe más lo que piensen los demás de nosotros, esto quiere decir que de ahora en adelante nos pondremos la camiseta de lo que representaremos y seremos uno mismo con lo que prediquemos y con lo que activemos.
FUTURO
¿Qué es lo que decimos?
-Soy yo el que importa. No debe interesarme lo que digan de mi institución. Total, yo ya salí.-
¿Qué es lo que realmente pasa?
Sí nos afecta. Nuestros futuros empleadores toman en cuenta algunos rumores y cuidan las posiciones laborales que puedan ofrecernos.
Desgraciadamente la reputación de una institución es una predicación que, entre más se grite, más se cree.
¿Qué puedo hacer para mejorarlo?
Cada vez que hablemos de nuestro bachillerato, hagámoslo con la cabeza en alto. Hablemos de lo bien que lo pasamos, de las amistades que hicimos, de las experiencias buenas y malas que nos ayudaron a crecer.
Todos y todo tenemos puntos en los que podemos mejorar, pero las personas por lo general se acuerdan más de las cosas malas que dijimos que de las buenas.
Por lo mismo pensemos que entre más cosas positivas digamos, se enfocarán más en nosotros como persona y no sólo como un alumno que estudió en “x” institución.
Ahora ya lo sabemos, la decisión y el cambio lo tenemos al alcance de nuestra opinión.