Entrar a la prepa es un paso importante hacia una etapa de tu vida que cambiará tu visión del mundo. Si no nos crees, hoy te traemos algunos testimonios.

La secundaria está por terminar. Cuando menos te diste cuenta llegaste a tercero y ahora todos irán a prepas diferentes. De repente todo comienza a ser lo último de todo. La última exposición en la clase, el último concurso de deportes, la última salida en grupo, la última oportunidad para decirle a alguien que te gusta… La secu se termina, y con ella todo un ciclo de vida.

Sin embargo, la prepa también será un gran momento. Y si no me crees, hoy traje a otras personas para que te cuenten su experiencia.

En la prepa encontré el amor verdadero

“Recuerdo que en la prepa pasé por mi primera decepción amorosa. En mi intento por superarla, decidí despejarme y pasear a un centro comercial. Después de caminar sin rumbo por la plaza entré al cine. La película era aburrida, así que hice un escaneo de la sala: parejas y amigos; yo era la única sola. Pensé que sería una señal divina, que en cualquier momento aparecería una chica que se sentaría junto a mí, hablaríamos mal de la película y se convertiría en el amor de mi vida. Empecé a desesperarme porque seguramente la chica-amor-de-mi-vida estaba perdida o en otra sala. Después me di cuenta de algo: era la primera vez que estaba sola en el cine dedicando tiempo para mí, sin preocuparme de complacer a nadie. En la prepa descubrí que la chica-amor-de-mi-vida no me había dejado plantada, ni estaba en otro lado, sino que la chica-amor-de-mi-vida era yo“. ‒ Aura Camacho. Psicóloga escolar. 27 años.

Éramos todos muy unidos

“Disfruté la prepa desde el primero hasta el último de sus días. Una de las cosas que me gustó mucho es que mi salón siempre fue muy unido. Siempre nos apoyamos los unos a los otros. Era bonito que, en un partido de volibol, todo el salón me felicitara por cómo jugaba, o que en un partido de fucho yo estuviera echándole porras al equipo. De hecho, mi salón sigue en contacto. Lo chido es que todos nos llevábamos bien así que, si ahora encuentro a alguien de mi antiguo salón, pues lo saludo con mucho afecto”. ‒ Ángel Martínez Hernández. Estudiante de Ingeniería Civil. 18 años.

Hice amigos para toda la vida

“En mi preparatoria usábamos uniforme, no podías usar el cabello largo ni salir de las instalaciones antes de tiempo. En resumen: mi prepa no fue tan divertida como otras. Sin embargo, durante esos años hice los mejores amigos que he tenido en mi vida y terminé por ser quien soy ahora. Durante la prepa, lo que uno aprende es que lo verdaderamente importante está afuera de los salones. Las clases son importantes, pero las lecciones de vida se aprenden afuera, con los amigos. Esta etapa te define tanto que es el primer paso para alcanzar ese momento muchos años después en el que la gente te llamará ‘adulto'”. ‒ Diego Ferreyra. Estudiante de Maestría en Psicología ambiental. 26 años.

En la prepa conocí otras culturas de todo el mundo

“En mi segundo año yo era un estudiante con calificaciones promedio. Un día me informaron que debía asistir a un evento de debates en inglés, con diferentes escuelas. Era como las Naciones Unidas, cada uno representaba a un país y debatía temas internacionales. Con semejante tarea tuve que quedarme tiempo extra en la escuela, estudiando, leyendo y sacando artículos sobre los temas a tratar. Iba a la escuela, aprendía las reglas de los debates y entrenaba varias horas a la semana. Al fin llegó el gran día. Estaba nervioso. Llegué a las 5 am a la escuela y salí hacia la prepa que sería la sede de los debates. Hubo una ceremonia de bienvenida y luego cada quién paso al salón en el que se desarrollarían nuestras actividades. El evento duró varios días y trabajamos arduamente. Conocí a gente fantástica de otras preparatorias y aprendí mucho sobre la cultura de otros países“. ‒ Edwin Sair Sanmartin Molina. Dentista. 23 años.

Entrar a la prepa me cambió la vida

“Para mí, hace 12 años inició el gran viaje. Fue cuando conocí a mis amigos, cuando descubrí mucho más de mí mismo, cuando las decisiones comenzaron a ser trascendentales. Cuando alguien me pregunta qué etapa de la vida recuerdo con más cariño, no encuentro otra respuesta que no sea mi paso por la Prepa. Porque recuero las tardes en Coyoacán con mis amigos, las jacarandas y el suelo repleto de sus hojas. Recuerdo los sueños y las dudas que tuve. Y sé que fue importante porque gran parte de lo que viví entonces, aún lo conservo conmigo. Son años que te forjan; no sé si a todo el mundo, pero así sucedió conmigo”. ‒ Ernesto Huerta. Periodista. 27 años.

Y tú, ¿qué experiencias de la preparatoria nos quieres compartir? ¿Cuándo vas a empezar?